Para la segunda mitad del 2023, los animales siguen siendo reconocidos como seres sintientes y como actores fundamentales en las políticas públicas en Colombia, prueba de ello, es la presentación un proyecto de ley que busca incluir a los animales en la política de Gestión del Riesgo de Desastres. La iniciativa fue firmada por 25 congresistas y presentada por la senadora Esmeralda Hernández junto al actual director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). El objetivo del proyecto es de garantizar que los animales dispongan de recursos y medidas eficaces para su cuidado en situaciones de emergencia natural y socio-natural.
La incitativa tiene como finalidad modificar la Ley 1523 de 2012 para abordar la ausencia de los animales no humanos en la agenda pública e instar al Estado a cumplir con su deber de salvar todas las formas de vida. El proyecto deberá pasar por cuatro debates en la Comisión Sexta antes de convertirse en ley. Este proyecto hace parte de un esfuerzo más amplio para incluir a los animales en la gestión del riesgo de desastres. También, se han propuesto iniciativas similares en otros países. Por ejemplo, un proyecto en México colaboró con ganaderos en Aldama, Chihuahua, para incorporar animales en la gestión del riesgo de desastres desde una perspectiva social-comunitaria.
Frente al tema, consideramos que la inclusión de animales en las políticas de gestión del riesgo de desastres puede tener varios beneficios potenciales, entre los que se encuentran:
El mejoramiento de la seguridad humana: los animales son miembros importantes de las familias y su inclusión en este tipo de políticas, garantiza que se tomen medidas para proteger tanto a los humanos como a los animales durante las emergencias. Esto puede ayudar a prevenir situaciones en las que las personas se ponen en riesgo para salvar a sus mascotas o viceversa.
La promoción de la resiliencia comunitaria: Los animales juegan un papel importante en muchas comunidades, como brindar apoyo emocional, medios de subsistencia y seguridad alimentaria. Al incluir a los animales en la planificación de desastres, las comunidades pueden garantizar que estos roles se mantengan incluso durante las emergencias.
Recuperación y solidaridad: Al proporcionar recursos y medidas para el cuidado de los animales, las comunidades pueden asegurarse de que puedan recuperarse rápidamente de los desastres. Esto puede incluir provisiones para refugios temporales, atención veterinaria y esfuerzos de reunificación para animales perdidos.
Reconocimiento del bienestar animal: Los animales tienen sus propios derechos y necesidades, y considerarlos en la planificación de desastres, demuestra un compromiso con su bienestar. Este reconocimiento también puede conducir a mejores prácticas de bienestar animal en otras áreas.
En conclusión, la dimensión animal a través de políticas públicas como la gestión del riesgo de desastres, marca un hito más en la reivindicación de los derechos de los animales en Colombia y un avance fundamental en su protección, bienestar y salvaguarda a través de la inclusión de sus necesidades en la agenda pública nacional.
